No Confundir Seguro con Ahorro.
A finales de los 70, inicios de los 80, nació en los Estados Unidos
un concepto que barrió la industria aseguradora en el ramo del seguro de
vida. Su mayor promotor fue Art Williams quien partiendo de cero, creó
la mayor compañía de seguros de los EEUU medida en total de capitales de
cobertura. El concepto se resumía en la frase: “Buy term and invest the
difference”, en español, “Compre seguro temporal e invierta la
diferencia”
En efecto, en Estados Unidos, donde está más desarrollada la
responsabilidad individual sobre el propio futuro, prácticamente todas
las familias tenían y tienen productos que aseguran los ingresos en caso
de fallecimiento y crean un patrimonio para la jubilación en caso de
supervivencia.
El problema era el tipo de productos que tenían: Seguros de Vida
Entera (Whole Life), y todas sus variantes. Eran y son productos cuyo
principal defecto es mezclar en el mismo producto la protección y el
ahorro. En España tenemos un producto muy común de este tipo, los Planes
de Jubilación (no confundir con los Planes de Pensiones).
Origen del problema: Cuando tratamos de vender un seguro de vida a menudo nos encontramos
con que el cliente tiene un rechazo inicial que expresa más o menos así:
“Si vivo, todos pobres pero si muero, los que quedan se hacen ricos”.
Hay que reconocer que no le falta razón, en parte porque un seguro de
vida tiene más sentido si va acompañado de un buen programa de inversión
para la jubilación.
Basándose en esto, el sector asegurador fue desarrollando productos
que mezclaban ahorro e inversión. Hay varias e importantes razones por
las que este tipo de productos son ejemplo de ineficiencia.
Pagar seguro por más tiempo del que se necesita: El seguro de vida
debe cubrirnos sólo mientras tenemos responsabilidades importantes
(hijos pequeños, hipoteca...) y no tenemos aún un patrimonio que nos
permita vivir de él sin depender de los ingresos. Al contratar uno de
estos productos pagamos seguro por tanto tiempo como contribuimos al
ahorro. Ese dinero podría mejorar nuestro plan de inversión.
El ahorro se invierte con la misma política de inversión para todos
los clientes del producto sin tener en cuenta su edad, su actitud ante
el riesgo de inversión y por tanto en productos con rentabilidad
garantizada que, desgraciadamente es pequeña.
Como consecuencia de lo anterior, para poder proyectar una cantidad
que parezca significativa para el futuro, hay que hacer que la cuota sea
importante y ésta sumada a los costes del seguro, más las comisiones y
gastos, lleva a un esfuerzo excesivo o a reducir gravemente las
expectativas para el futuro.
Estos productos son complicados de explicar y por tanto solo lo
pueden vender agentes muy experimentados que esperan por venderlos unas
comisiones suficientes. Como el riesgo de que el cliente deje de pagar
al poco de haber empezado es grande, se construyen con unas
penalizaciones grandísimas por retirarse anticipadamente.
La explicación del producto suele ocultar sigilosamente el devastador
efecto de la inflación que se va a comer en el camino prácticamente
toda la rentabilidad haciéndolo equivalente en la práctica a la solución
de guardar los billetes en un calcetín o debajo del colchón.
La Solución: “Invierta, correctamente y proteja a su familia, de verdad”. Esta
frase, que acuñamos a principios de siglo en España como adaptación al
mercado español de la original “Compre seguro temporal e invierta la
diferencia”, ha sido utilizada para explicar este concepto desde
entonces a decenas de familias.
Como vengo explicando en estos artículos, la inversión a muy largo
plazo en la economía productiva a través de Fondos de Inversión y Planes
de Pensiones de Renta Variable, gracias a la diversificación y a la
promediación de precios, permite con aportaciones periódicas muy
modestas alcanzar patrimonios muy considerables, muy por encima de las
expectativas de una persona asalariada.
Y eso permite, mediante un seguro de vida de riesgo puro, adquirir
una cobertura importante que realmente pueda reemplazar los ingresos de
la persona fallecida o discapacitada.